Ya estoy aqui con la segunda y última parte sobre las vacaciones de verano en el norte. En esta entrada hablaré de los mamíferos que pude observar.
Empiezo con los ungulados, el grupo más sencillo de observar. Pude verlos a todos: ciervos, corzos, rebecos y jabalies. Otra cosa es hacer fotos. Sólo lo conseguí con corzos y rebecos, ya que las observaciones de ciervos fueron a demasiada distancia y las de jabalis demasiado fugaces.
Corza (Capreolus capreolus) a la carrera.
El corzo, apodado "el duende del bosque" no es una nimal tan forestal como pudiesemos pensar y si bastante adaptable. En la cordillera ocupa las masas forestales, por supuesto, pero también habita zonas abiertas sin ningún problema. En estas zonas abiertas es mucho mas sencillo fotografiarle, sobre todo porque se le puede localizar desde la distancia y buscar la manera de aproximarse a él sin ser descubierto. E incluso si uno es descubierto se puede fotografiar al animal en su huida.
A parte de la corza de la foto anterior, que evidentemente me descubrió, pude disfrutar de una familia formada por otra corza con sus dos crias.
Jovenes corzos, hembra y macho.
En este caso no fui descubierto y disfrute largo rato observando como se alimentaban tranquilamente a unos 20 metros de mi. Aunque de vez en cuando miraban hacia mi posición, pues debian oir el ruido de la cámara, no llegaron a asustarse ni descubrirme.
La madre de los jovenes corzos.
Los corzos son animales solitarios y las hembras suelen moverse solas o con sus crias, sin formar grupos como hacen las hembras de otros cervidos. En este caso esta hembra iba acompañada de sus dos crias del año, ya creciditas. Si os fijais al joven macho le empiezan a apuntar las cuernas.
Joven corzo, hembra.
Joven corzo, macho.
Continuo con el ungulado por excelencia en estas montañas,el rebeco. Este si es sociable y normalmente se mueve en rebaños, mas o menos numerosos. En verano se encuentra cerca de las cumbres por lo que para acercarse a el hay que pelearse con buenas cuestas. En esta zona de la cordillera, al contrario que en otros lugares como Picos de Europa, es bastante desconfiado y huidizo por lo que para aproximarse hay que intentar no ser visto.
Rebeco (Rupicapra rupicapra).
Este año conseguí mi mejor acercamiento a esta especie, como veis en la foto anterior. Vi bajar a un pequeño grupo por una ladera y esperé escondido entre unas escobas en una zona por la que crei que podian pasar, con tan buena suerte que fue la zona exacta por la que querian pasar. Si no empiezo a hacer fotos seguramente me hubieran pisado.
Tuve otras ocasiones para intentar acercamientos pero terminaron en fracaso y espantada:
Paso ya al grupo de los carnivoros, para mi gusto y supongo que para el de muchos naturalistas, el más atractivo de entre los mamíferos. Uno siempre desea encontrarse con uno de estos animales en sus salidas al campo y si es posible fotografiarlos, pero son animales tremendamente astutos y discretos lo que junto con sus habitos principalmente nocturnos complica la cosa bastante.
Pero si hay un lugar apropiado para observarlos es la Cordillera Cantábrica, donde habitan la mayoria de las especies ibéricas de este grupo. Y yo este año no puedo quejarme ya que he visto varias e interesantes especies, eso si, normalmente de forma fugaz o a mucha distancia, que es como suelen ser los encuentros con estos animales.
La lista es la siguiente: zorro (ocho observaciones), gato montés (gran año para mi con este bicho con 5 observaciones, faltó alguna foto presentable), armiño, comadreja, lobo (la primera observación de mi vida) y oso pardo.
De todos estos el único que pude fotografiar de cerca fue una comadreja, además fuera de la Cordillera en un lugar que no esperaba, la ciudad de León.
Comadreja (Mustela nivalis)
Este ejemplar estaba criando con total seguridad, ya que llevaba un ritmo frenético introduciendo presas en su madriguera y no se cortaba ni un pelo por mi presencia. En media hora que estuve observando sus idas y venidas cazó 3 veces. En la foto la veis llevando una cria de rata común para su prole.
Y para terminar os dejo con la especie con la que más he disfrutado este año, el oso pardo cantábrico. Esta vez la suerte me ha acompañado y he gozado de varias observaciones. Todas tremendamente lejanas, a tiro de telescopio, excepto una que además de ser la más larga fue relativamente cercana, esto es, a tiro de prismáticos y, forzando bastante el teleobjetivo, también a tiro de foto.
Oso pardo cantábrico (Ursus arctos).
El ejemplar de la foto es en realidad una osa y si os fijais muy bien, ya que la foto es bastante regular, va acompañada de sus dos crias, una oscura a sus pies y otra más clara subiendo a su encuentro por la hierba.
Está observación se prolongo durante más de dos horas, interrumpiendose en momentos en que los osos se internaban en el bosque para volver a aparecer en otro claro. En todo este tiempo disfrute muchisimo viendo como se movian los tres. Ver como las crias jugaban, corrian, investigaban mientras la madre con calma se paraba de vez en cuando a vigilar para poco despues continuar la marcha fue una autentica gozada. Tire docenas de fotos, todas de baja calidad, pero aun asi os dejo un par de muestra:
Esta tarde tan buena terminó cuando la familia se internó en el bosque para ya no volver a dejarse ver. Y yo me marche también dandoles las gracias por estar ahi, sobre todo después de la mala suerte que habia tenido en ocasiones anteriores con esta especie.
Ya me despido hasta la próxima no sin antes dar las gracias a Héctor (http://zonaosera.blogspot.com.es/), Tino y Dani por compartir algunas de sus salidas por estas montañas conmigo. Como siempre un placer y un lujo de compañia.
Un saludo y hasta pronto.
Madre mía Ángel que cantidad de observaciones. lo del oso una pasada, pero observar a ese lobo tuvo que ser la leche amigo mio. Las fotos geniales pero la de la comadreja con su presa es de concurso amigo mio, de concurso. Una entrada espectacular mi más sincera enhorabuena y gracias por compartirla con nosotros. Saludos desde mi Terruño.
ResponderEliminarmenudas vacaciones pues si que le has sacado provecho como dice el amigo jeronimo la comadreja este de lujo un saludo
ResponderEliminarGracias a los dos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarJerónimo, la verdad es que la observación del lobo fue muy fugaz pero suficiente como para ponerme las pulsaciones a 100 y no olvidarla jajaja.
Un saludo.
Buenísima entrada Ángel. Veo que éste verano ha sido muy bueno en cuanto a observaciones. Sobre todo los osos, y también has visto un lobo, que es sumamente difícil. Yo en todo el verano no he visto ni lobo ni oso por más que lo he intentado. Pero en octubre no me puedo quejar, estoy viendo al oso cuando en teoría ya no es tan fácil verlo, y el pasado viernes vi un lobo.
ResponderEliminarTodas las fotos que pones son preciosas. Un saludo
Dani
Gracias Dani. Suerte tienes de estar cerca de ese paraiso. Asi si no hay suerte en verano puedes seguir disfrutando en otoño, invierno, primavera...
ResponderEliminarUn saludo!