lunes, 29 de noviembre de 2010

Apuntes otoñales

Bueno, pues aqui estoy otra vez. 

La última vez que actualicé os conté un poco lo que se habia quedado en el tintero del verano. Esta vez os voy a contar lo poco que he podido hacer este otoño. 

He tenido poco tiempo para salir y encima el tiempo no ha acompañado, muchos fines de semana con lluvia. Las pocas salidas que he hecho han sido breves visitas a algún parque cercano (Polvoranca o Casa de Campo) y me han servido para ser testigo de la llegada de algunos invernantes habituales como los cormoranes grandes, que hace tiempo que están en Madrid.


Cormoran grande (Phalacrocorax carbo) en Polvoranca.

Los cormoranes se dejan ver en buen número por todo el rio Manzanares, dentro y fuera de la ciudad. También en los lagos artificiales de cualquier parque. Otro invernante madrileño que se deja ver, pero en menor número, es la garceta común.

Garceta común (Egretta garcetta) sobrevolando el Manzanares.

A estas dos especies, ligadas al agua, las acompañanan siempre cientos, o mejor dicho miles, de gaviotas sombrias y reidoras.  

Siguiendo con el agua, una de las pocas salidas más largas que he hecho estos meses ha sido al Parque del Sureste. Visité El Soto y El Campillo para ver si habian llegado las anátidas. No había gran cosa todavia. Aparte de las especies residentes, pude ver algún porrón moñudo, alguna cerceta y más porrones comunes y anades frisos de lo habitual. Se notaba que había llegado algún refuerzo del norte, pero lo gordo de la invernada de patos está por llegar.

Pareja de ánades frisos (Anas strepera).

 Porrones comunes (Aythya ferina).

Lo que más me llamó la atención de esta salida fue la exagerada cantidad (cientos) de cigüeñas blancas que volaban juntas en circulos, cual buitres, por la zona del Soto. Aunque mucha gente no lo sabe, recibimos cigüeñas en invierno y además en zonas como esta en buen número. Es todo un espectáculo:

Una pequeña muestra de los cientos de cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) que sobrevolaban el Soto.

La otra salida larga que hice fue en compañia de Jorge. Llevabamos mucho tiempo queriendo acudir a La Pedriza del Manzanares para tratar de observar el celo de las cabras montesas. Ya habiamos tenido que abortar la misión varios fines de semana por culpa de la lluvia y al final decidimos arriesgarnos a subir pese a la predicción de mal tiempo. La lluvia nos respetó pero sin embargo nos encontramos con niebla que dificultaba la busqueda de nuestro objetivo. Al final no conseguimos ver peleas de machos, de hecho solo vimos un único macho lejano y solitario, y un pequeño grupito de hembras.

Cabra montés (Capra pyrenaica) macho.

Cabra montés hembra.

No vamos mucho a La Pedriza por la lejania y porque está terriblemente masificada de visitantes. Incluso en un día de niebla los aparcamientos habilitados se llenaron hasta los topes y las rutas señalizadas eran una procesión de gente. Pero hay que reconocer que el paisaje es mágico y que la niebla, aunque molesta para nuestro objetivo, lo hacía más interesante.


Amanita muscaria en La Pedriza.

El Tolmo.
 
La Pedriza.

Y poco más que contaros. Lo último, de este pasado fin de semana, un paseito por el Pardo con la esperanza de ver algún águila imperial empezando el celo. No hubo suerte con las águilas, tal vez es un poco pronto.
Lo que pude ver fueron bandos mixtos de pajarillos buscando alimento con una actividad frenética: agateadores, carboneros, herrerillos capuchinos, mosquiteros, mitos, reyezuelos sencillos y listados...todos muy cerca de mi, pero moviendose demasiado rápido. Solo fui capaz de hacer algunas fotos malas a los mitos:

Mito (Aegithalos caudatos).

Aparte de esto pude ver algún gamo lejano con una librea ya muy oscura, algún martin pescador sobrevolando el rio, los habituales bandos  de grajillas y palomas torcaces, los miles de gaviotas sobre el embalse, y los buitres negros y leonados de siempre. Me llamó la atención un grupo de unos veinte rabilargos que se hacía fuerte en un arbol a la orilla del rio, enfrentandose a las urracas que querian usar el mismo árbol como posadero:

Rabilargos (Cyanopica cyanus).

Rabilargos.

Aparte de estos simpáticos córvidos, pude fotografiar algún zorzal común bebiendo:

Zorzal común (Turdus philomelos).

Un mochuelo solitario posado en el cable de la luz:

Mochuelo (Athene noctua).

Y por supuesto a los numerosisimos y confiados petirrojos que nos visitan en esta época del año:

Petirrojo (Erithacus rubecula).

En fin, ya veis que no he hecho gran cosa este otoño. A ver si el invierno que ya se nos viene encima nos traé algún dia bueno que nos permita disfrutar de la invernada de patos en nuestros humedales.

Un saludo.



viernes, 12 de noviembre de 2010

INVASORES I : EL VISÓN AMERICANO (Mustela vison)

Hola a todos.

Voy a hacer varias entradas sobre especies introducidas en España, las cuales, según mi opinión es uno de los problemas mas notables de la biodiversidad ibérica.



El primero de ellos es el visón americano (Mustela vison). Este pequeño bicho es un pequeño mustélido semiacuático de entre 680 y 1800g, muy parecido al europeo. Con una longitud entre 350 y 700 mm y una cola de 105 y 205 mm, su pelaje es rojizo en abril, y marrón oscuro, casi negro en invierno y destaca una mancha blanca en el labio inferior (no en todos los ejemplares). Las orejas sobresalen tímidamente del pelaje y presentan membranas interdigitales incompletas en manos y pies. Los machos son de mayor longitud y más pesados que las hembras. Es propio de la Región Neártica: su distribución natural se encuentra por el Este y Centro de EE.UU. y Canadá, a excepción del Círculo Polar Ártico.




Debido a su apreciada piel, fue trampeado desde muy temprano; sin embargo, la dependencia de las fluctuaciones naturales de su número y trampeo, y su elevado valor económico, llevaron a que se iniciase su cría en cautividad en Norteamérica a mediados del s. XIX. Un siglo más tarde se comenzaron a instalar granjas de cría en nuestro continente.

 Les encanta el agua

Se introdujo en la Península Ibérica a finales de los 50, con la instalación de las primeras granjas peleteras en Segovia y Pontevedra. A partir de ese momento se instalaron granjas en otros puntos de España, pero la fuga de ejemplares por accidentes o ecoterrorismo (para mi el mayor culpable de esta invasión), unida a su facilidad de dispersión, provocó que desde los primeros avistamientos en estado salvaje en los 80, se hayan establecido en nuestro país los siguientes núcleos de población: tres o cuatro núcleos en Galicia, dos o tres en el País Vasco, uno en el centro de España, uno en Cataluña y uno en Teruel-Castellón, además de avistamientos de individuos aislados en Cantabria.

 Retozándose en la hierba

Curiosamente, el factor clave para el éxito de su dispersión en nuestro país no ha sido la aparición de un suficiente número de focos, como suele ser habitual en las especies invasoras, sino la llegada de un número elevado de individuos en un período de tiempo reducido: fugas masivas, ataques ecoterroristas a granjas...



Como corresponde a una especie oportunista, presenta variaciones estacionales y geográficas en su dieta. Se alimenta principalmente de presas ligadas al medio acuático: aves (49,7%), peces (27,1%) y micromamíferos (11,6%) en Galicia, aunque en el centro de la Península, los peces son la presa más consumida por éstos (29-46%), seguidas a partes aproximadamente iguales de mamíferos, aves e insectos, y de restos de anfibios (la mayoría Rana iberica). Finalmente, en Cataluña los micromamíferos llegan a ser la mitad de sus presas, aunque no es infrecuente que consuman peces o aves pequeñas (principalmente Paseriformes).



Ha sido un error atribuir a este mustélido la disminución de las poblaciones de cangrejo europeo (Austropotamobius pallipes), ya que esto se debe a la mala gestión de la pesca cangrejera y a la introducción de los cangrejos americanos, portadores sanos de la afanomicosis.

Mala uva

Ocupa un nicho ecológico muy parecido a la nutria (Lutra lutra), pero tolera un mayor grado de contaminación y actividad humana: esto, unido a su agresividad, hacen que dificulte el establecimiento de nuevas poblaciones de nutria; sin embargo, en lugares con poblaciones estables de nutria, ésta es una mejor competidora.

 Me relamo...

.... y a comer.


Los visones europeo y americano son especies vicariantes, pero el americano es más grande y agresivo, tiene camadas más numerosas, y entra en celo antes que el europeo, desplazándolo; y además, algunos visones americanos pueden aparearse con hembras europeas produciendo un embrión inviable (las hembras de visón europeo sólo copulan una vez).

Es portador de la plasmocitosis o Enfermedad Aleutiana del Visón (ADV), provocada por un parovirus, que provoca una importante deficiencia inmunitaria que puede causar la muerte en los portadores de un determinado gen; los que no poseen este gen son portadores de la enfermedad. También porta enfermedades como el botulismo C, enteritis vírica y la neumonía hemorrágica.
 
 Zampandose una cangre-burger

El individuo que veis en las fotos está sacado en otoño del año pasado en el curso medio del río Tiétar a su paso por La Adrada (Ávila).
Siempre había oído a mis tíos que veían hurones en el río, pero mi curiosidad me llevó a desvelarles que en realidad son visones americanos.

Pienso que realmente son muy dañinos para nuestro ecosistema, pero me alegró mucho verlo y que dejara seguirle durante casi 20 min. Sin ningún tipo de problema, hasta que se hartó. Me pareció un bicho precioso y con una mirada muy inteligente ya que no hay europeos por lo menos podemos ver a los americanos.

Saludos y hasta la próxima entrada.

 Gracias amiguito por pasarme esa mañana tan divertida