miércoles, 19 de marzo de 2014

Costa Rica 2ª parte (pelo)

Continúo con la segunda entrada que dedico a Costa Rica. Esta vez es el turno de los bichos más o menos peludos conocidos como mamíferos.

Empezaré por los monos, sin duda de los animales más populares por la simpatia que nos produce su parecido con los humanos. En Costa Rica viven cuatro especies de las cuales pudimos ver todas pero me faltó fotografiar al más pequeño y amenazado de todos: el mono ardilla de Ámerica Central (Saimiri oerstedii). Os muestro fotos de las otras tres especies empezando por el mono carablanca o capuchino:

Mono carablanca (Cebus capucinus).

Un animal que se mueve en grupos bastante numerosos y se alimenta principalmente de fruta, aunque es omnivoro. Busca comida en las mochilas que deja la gente sin vigilancia principalmente en las playas, asi que hay que andarse con cuidado para que no te roben estos pequeños primates.


Al igual que el resto de monos del pais, los carablanca tienen cola prénsil. Esta es una característica que sólo disfrutan los "monos del nuevo mundo".

Hembra con cría.

Seguimos con el mono aullador negro o mono congo. Mucho más tranquilos y discretos que los descarados capuchinos, no se aventuran a urgar en las pertenencias de los humanos.

Mono aullador negro (Alouatta palliata), hembra con cría.


Como su nombre indica emiten un aullido, audible a varios km de distancia, que les sirve como señal territorial ante otros grupos. Aunque más que un aullido a mi me pareció un rugido brutal que pone los pelos de punta. Parece mentira que un ser pacifico y herbívoro pueda emitir semejante sonido.



Como veis en la última foto estos monos, aunque más tranquilos, son también muy agiles y sacan partido a su cola prénsil.

Y por último queda el mono araña de manos negras. Con los brazos y la cola muy largos, pasa casi todo el tiempo en los árboles donde se desplaza balanceandose. Sólo pudimos ver a esta especie en Tortuguero y pocas fotos se dejaron hacer...

Mono araña de manos negras (Ateles geoffroyi).

Dejamos los monos y seguimos con otros "simpaticos" animales que también poseen manos con dedos prénsiles: los mapaches.

Mapache austral (Procyon cancrivorus).

Se trata de un animal omnívoro que se desplaza en grupos en busca de comida. Al igual que los monos capuchinos no tienen reparos en robar pertenencias humanas al menor descuido.

Mapache austral.

De la misma familia que los mapaches son los coatís. Al igual que sus parientes son omnivoros pero tienen hábitos un poco más arborícolas.

Coatí de nariz blanca (Nasua narica).

Mismo ejemplar de la imagen anterior.

Seguimos con animales "simpaticos". Un tópico que se repite mucho cuando hablamos de mamífero, aunque sean tan atípicos como este:

Armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcintus).

Tuvimos la suerte de que una pareja de estos animales había hecho su madriguera muy cerca de nuestra cabaña en Monteverde, asi que disfrutamos mucho de ellos. Se dedicaban basicamente a escarbar la tierra con su hocico en busca de comida ignorando nuestra presencia. Todo un lujo disfrutar a corta distancia y con tanta tranquilidad de un animal tan extraño para nosotros.

Armadillo escarbando.

Un animal que despierta menos simpatias entre la gente es el murciélago, más por ignorancia que otra cosa, pues son animales muy beneficiosos. En Costa Rica viven más de 100 especies y  nosotros sólo pudimos disfrutar de una. Durante un paseo en barca por una zona de manglares en la costa del Pacífico encontramos una pequeña colonia de murciélagito narigón, asociado normalmente a los cursos de agua, descansando en el tronco de un árbol.

Murcielaguitos narigones (Rhynchonycteris naso).

No muy lejos, en el mismo manglar, encontramos un hormiguero pigmeo, también llamado serafín de platanar. Se trata de la única especie de su género. Es un oso hormiguero en miniatura, midiendo unos 35 cm de longitud de los cuales 20 cm corresponden a la cola. Es nocturno y hace su vida en lo alto de los árboles, por lo que le encontramos durmiendo en una rama. La fotografía por tanto es mala pero la muestro por lo curioso de la especie:

Hormiguero pigmeo (Cyclopes didactylus) durmiendo en lo alto de un árbol.

Empezé hablando de uno de los grupos más represantivos de los mamíferos de Costa Rica como son los monos y voy a terminar con el otro que creo que son los perezosos.

En Costa Rica viven dos especies, el perezoso de dos dedos y el perezoso de tres dedos.

El perezoso de dos dedos es más escaso y de hábitos más nocturnos, por lo que de día suele ser complicado que no se encuentre enroscado durmiendo en lo alto de un árbol y eso dificulta la labor de fotografiarle en condiciones. Vimos cuatro ejemplares en todo el viaje, incluso una hembra con cría, pero la mayoria de noche en malas condiciones para fotografiar. El único que posó para nosotros fue el ejemplar de la siguiente imagen que se encontraba durmiendo sentadito y con la cara bien visible, en lugar de hecho un ovillo como suele ser normal:

Perezoso de dos dedos (Chloepus hoffmanni).

El perezoso de tres dedos es más abundante que su primo y además tiene habitos más diurnos, por lo que resulta mucho más sencillo disfrutar de sus lentísimas evoluciones en lo alto de los arboles. Ambas especies de perezosos son vegetarianas y practicamente nunca bajan de los arboles pues son incapaces de caminar en tierra y sólo se arrastran torpemente hasta que llegan a otro tronco al que trepar.

Perezoso de tres dedos (Bradypus tridactylus).

Tuvimos mucha suerte con este animal que es uno de los iconos de Costa Rica, pues le vimos en todos nuestros destinos dentro del país. Perdí la cuenta de los ejemplares avistados y muchos de ellos estaban tan cerca como para fotografiarles bastante bien.

Perezoso de tres dedos colgado cabeza abajo. Los tres dedos o garras de aspecto amenazador sólo sirven para colgarse de las ramas.

Para terminar os dejo una serie de fotografias que pude tomar a estos animales fascinantes:

 Perezoso de tres dedos trepando.

 Otro ejemplar.

 Otro más.

El color verdoso que se aprecia en la nuca se debe a un alga que crece en algunos ejemplares.

Con esto me despido hasta la tercera y última entrada sobre este maravilloso viaje.

Espero que os haya gustado. Gracias por visitar el blog.